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2 mayo 2016 1 02 /05 /mayo /2016 23:00

Con los medios pasa lo mismo que con el Parlamento y con las otras instituciones: que han sido secuestrados por intereses ajenos, cuando no contrarios, a los derechos ciudadanos; en el caso del periodismo, contrarios al derecho a la información

Santiago Alba Rico

En primer lugar, relatemos el acontecimiento de referencia que desató la polémica: hace pocos días, lo que iba a ser la presentación de un libro en un acto de la Universidad Complutense se convirtió en un plante por parte de algunos periodistas que asistían a dicho acto, tras las críticas de Pablo Iglesias a la profesión periodística que lanzó el líder de la formación morada. Pueden ver el vídeo del momento en esta página del diario.es, para comprobar que la cosa no fue para que nadie se molestara. El contexto completo, y el sentido académico del acto, ha sido perfectamente descrito por Álvaro Mercado en este artículo. Básicamente, Iglesias no reveló nada que no conozcamos ya de sobra, que es el hecho tremendo de que los periodistas han de seguir las líneas editoriales de sus medios, si quieren continuar en ellos. Muchos entendieron esto como un ataque directo a los medios y a la profesión periodística, y de ahí el plante.

 

Y a pesar de las disculpas posteriores de Iglesias por haber personalizado en un periodista concreto del diario El Mundo, las críticas se sucedieron en tromba a partir de ahí, por parte de líderes del resto de fuerzas políticas (Pablo Casado, del PP, llegó a afirmar que Iglesias "detesta la libertad de expresión"). Pablo Echenique, Secretario de Organización de PODEMOS, por su parte, lo explicó muy bien por Twitter, donde dijo que "...Son asímismo hechos ampliamente conocidos y reconocidos en la profesión que cada medio de comunicación tiene su (legítima) línea editorial y que es en base a ella como se deciden aquéllos elementos que más impacto tienen en la opinión pública, como los titulares, las fotos o las portadas. En base a la línea editorial se modulan también los tonos y se decide sobre qué temas se les encarga escribir a sus periodistas...". Como vemos, nada nuevo bajo el sol. Nada que no sepa cualquier persona mínimamente informada, y no demasiado ingenua. Bien, antes de continuar, es preciso hacer dos consideraciones iniciales en torno al acto y a la airada reacción de algunos periodistas:

 

1.- En primer lugar, es falso, tal y como se ha transmitido, que "la prensa" (así, en general) abandonara el acto de la UCM, sólo lo abandonaron algunos periodistas concretos de determinada prensa concreta, los medios de comunicación dominantes, que al parecer, se sintieron ofendidos. Pero seguro que los periodistas de medios alternativos (Rebelion, Kaosenlared, La Directa, La Marea, Diagonal, Tercera Información, eldiario.es, La Haine, IPS Noticias, y un largo etcétera, desconocemos en realidad los que estaban presentes) no abandonaron el acto. 

 

2.- En segundo lugar, es curioso comprobar la diferente reacción que los periodistas tienen ante determinadas circunstancias. Por ejemplo, se levantaron ante las supuestas "acusaciones" de Pablo Iglesias, pero permanecieron en sus asientos, cuando en una rueda de prensa convocada por Alfonso Grau (entonces aún Vicealcalde de Valencia) en relación a la causa del Instituto Nóos, y ante la negativa a reconocer su imputación, cuando un periodista le cuestionó: "¿Entonces por qué nos ha convocado?", Grau respondió en tono chulesco: "¡Porque me da la gana!". En aquélla ocasión no hubo ningún plante...curioso, ¿no? Dejo las posibles conclusiones a la interpretación de los lectores. 

 

Bien, en cualquier caso, la situación no sólo de la prensa, sino de los medios de comunicación en general en nuestro país, es ciertamente preocupante. Suponiéndosele el papel de "Cuarto Poder" en una democracia, pues son los agentes sociales que deben garantizar el derecho a la información (veraz, objetiva y contrastable) como derecho fundamental para la ciudadanía, el panorama real es bien distinto. El objetivo, como declara Santiago Alba Rico, debería ser poseer unos medios "...que sean un verdadero cuarto poder independiente de los otros tres, y de los grandes mercados económicos", y ahí es donde fallamos estrepitosamente. Los discursos de nuestros líderes políticos nos colocan los llamamientos a la defensa de la "libertad de prensa" (al igual que lo hacen con la libertad educativa), pero en realidad se trata de otra falacia más de esta perversa democracia que sufrimos. CIUDADANOS, a través de su líder Albert Rivera, ha afirmado (demagógicamente, como siempre) que "a la política hay que venir llorado de casa", y ha explicado los argumentos de Iglesias "desde el chavismo".

 

Pues bien, vamos a exponer la situación de los medios de comunicación en Venezuela (nos lo explica Luis Britto García en este artículo), a ver si Albert Rivera y los suyos se enteran de una vez: en la actualidad operan en Venezuela 2.896 medios, de los cuales sólo el 3,22% son de servicio público, el 20,76% son comunitarios, y el 65,18% (unos 2.232) son medios privados, y casi unánimemente opositores. Los medios de carácter comunitario son de limitado alcance y efímeros, pero el porcentaje revela la aparición de un importante sector comunicacional popular de medios, como ellos mismos gustan llamarse, comunitarios, libres y alternativos. Los canales de servicio público pertenecen en buena medida a la Iglesia, tal como sucede con la Televisora Andina de Mérida, el Canal de los Niños Cantores en Maracaibo, Vale TV en Caracas, o a asociaciones privadas. Unos seis divulgan mensajes de organismos públicos. En cuanto a los canales de difusión, la derecha opositora detenta una brutal hegemonía. En vista de todo lo cual, se pregunta Luis Britto: "¿Por qué, en tal situación de inferioridad mediática, el bolivarianismo ha ganado 18 de 19 consultas electorales?". De nuevo, dejo la reflexión a los lectores. En todo caso, creemos que el argumento de la derecha política y mediática española relativo al chavismo queda desmontado. 

 

Pero volviendo a nuestro país, y como decíamos más arriba, el oligopolio mediático español padece una situación enormemente preocupante. El efecto de que la inmensa mayoría de medios (en prensa, radio y TV) pertenezcan a dos grandes grupos de poder mediático (A3Media y MediaSet) impide la necesaria pluralidad informativa a la que el conjunto de la ciudadanía tiene derecho. Veamos siquiera algunos ejemplos tomados de este artículo de José Manzaneda para el medio Cubainformación: si analizamos la cobertura informativa de la prensa española sobre la reciente visita del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Cuba, nos encontramos con los siguientes datos: los tres principales diarios españoles (El País, ABC, El Mundo) publicaron, en un intervalo de 10 días, un total de 80 piezas, en diferentes géneros periodísticos. Centrándonos en el diario "El País" (por elegir el más suave de los tres), publicó dos editoriales en su sección de Opinión, y tres artículos de opinión política acerca de la visita. Los cinco condenaban sin paliativos al gobierno cubano y a su sistema político. Y los cinco respaldaban sin ambages la política de la Casa Blanca hacia el país caribeño. En las 39 noticias y reportajes restantes se repetían los mismos mensajes, que eran reforzados con las opiniones intercaladas de varios "disidentes" políticos y otras personas duramente opuestas a la revolución cubana. A todas ellas, se añadían las opiniones de 8 políticos y representantes de varios centros de pensamiento de Estados Unidos, todos ellos, sin excepción, contrarios al gobierno cubano. 

En todos los materiales publicados durante 10 días en los tres medios de comunicación no apareció ni una sola opinión posicionada a favor de la revolución cubana. Ni ciudadanos/as cubanos/as, ni turistas, ni militantes de cualquiera de las miles de organizaciones de solidaridad con Cuba en todo el mundo fueron entrevistados. Eso sí, la condena a Cuba era acompañada por la más descarada propaganda hacia el gobierno estadounidense, con claros halagos hacia la política de Obama. A la vista de todo este panorama...¿esta es la pluralidad informativa de los medios españoles? ¿Esta es la información veraz y objetiva, contrastada y creíble, que nos ofrecen los profesionales españoles del periodismo? Ciertamente lamentable. El ecosistema mediático español es un claro oligopolio dominado por las grandes empresas, por el gran capital, de ahí que la pluralidad informativa y el derecho a la información estén absolutamente ausentes. La uniformidad ideológica y el pensamiento único que muestran nuestros medios son claros y patentes. Pero no acaba aquí el diagnóstico.

 

Exponemos la opinión de Luis Maraña, de InfoLibre, quien en su magnífico artículo "Manos Sucias y ánimo de lucro", (en relación a la trama de extorsión de Ausbanc y Manos Limpias), asegura lo siguiente sobre nuestros medios: "Cabe preguntarse por qué en treinta años no ha habido una presión mucho mayor de los grandes medios de comunicación para desnudar el verdadero carácter mafioso de Ausbanc, y por qué Luis Pineda ha seguido hasta hace un cuarto de hora pisando todo tipo de moquetas, protagonizando desayunos informativos en el Ritz o paseándose por los platós de televisión. Quizás la explicación tenga que ver con un hecho poco conocido por la opinión pública: muchos medios de comunicación, en papel y digitales, no sobrevivirían si no fuera por los acuerdos comerciales opacos que mantienen con grandes bancos y empresas. Consisten precisamente en la inversión de decenas o centenares de miles de euros en un medio aunque su difusión e influencia no sea proporcional al coste de esa inversión. Es decir, se busca fundamentalmente mantener una relación "fluida" o "positiva" entre la gran empresa y el medio en cuestión, que a su vez adquiere el compromiso, explícito o implícito, de trasladar una buena imagen de su "cliente". Estos acuerdos son clave (...) para entender el ecosistema mediático español, que se desenvuelve en una competencia desigual y desleal, y con una opacidad casi total hacia los lectores, que desconocen los compromisos y fuentes de financiación de los medios". Nosotros podríamos añadir, como buen ejemplo de ello, las jornadas de pura propaganda del régimen que organiza de vez en cuando el diario "La Razón". 

 

Visto lo visto, desde la izquierda transformadora entendemos fundamental proceder, sin prisa pero sin pausa, a una profunda revisión del modelo comunicacional actual, para ir migrando hacia un nuevo modelo de gestión y licencias de medios de comunicación en nuestro país, tanto públicos como privados y comunitarios, como medida elemental de saneamiento democrático. Pablo Iglesias, por tanto, en su reciente charla en la UCM se limitó a exponer algunos ejemplos de esta "dependencia mediática" de los profesionales frente al gran capital, al cual hay que añadir también la evidente escalada de precarización laboral que sufre la profesión periodística en España. Domina la propiedad privada excesivamente concentrada de los medios, el hecho de pertenecer a grandes grupos de poder, lo cual les permite imponer sus intereses económicos, ideológicos y partidistas, e instalar un sistema de precariedad laboral que limita profundamente la libertad de expresión, y que evidentemente se traduce en un deterioro progresivo del derecho público y fundamental a una buena información. Los ERE, las reestructuraciones de plantilla, los cambios organizativos, los despidos masivos, o las becas, entre otros factores, conducen a una situación de vulnerabilidad a los profesionales de la información en nuestro país, y la conclusión está clara: no puede haber prensa libre sin periodistas libres, que trabajen sin presiones desde el rigor, la imparcialidad, la objetividad y la profesionalidad. 

 

Tomamos para finalizar la exposición y el buen juicio del maestro Santiago Alba Rico, quien en este artículo razona en los siguientes términos: "Pero como ese impulso democrático implica democratizar nuestros medios de comunicación, partidistas, interesados y militantes, los medios reaccionan exactamente igual que los políticos: ¡un atentado contra la democracia! Una fuerza [se refiere a PODEMOS] que ha nacido con el único propósito de "representar" a esa mayoría social abandonada en las "afueras" del Parlamento y en los "arrabales" de los periódicos, se convierte lógicamente en la enemiga del Parlamento y de los periódicos. Mientras malas prácticas políticas y malas prácticas periodísticas degradan la calidad democrática e informativa de nuestro país, los políticos y los periódicos del bipartidismo se protegen detrás del carácter sagrado de las instituciones que ellos mismos amenazan para intimidar y golpear desde allí a los que quieren salvarlas". Se podrá decir más alto, pero no más claro. Hay que romper el oligopolio mediático (al igual que hay que hacerlo también con el oligopolio eléctrico y energético), y hay que acabar con el intervencionismo estatal en los medios públicos. Nuestra frágil democracia nos lo agradecerá. 

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1 mayo 2016 7 01 /05 /mayo /2016 23:00

No se puede construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo: propiedad privada, mercado, dinero, mercancías, competitividad

Ernesto Che Guevara

En definitiva, el enfoque materialista que proyectaron Marx y Engels no es un enfoque materialista al uso, es decir, no es que el Marxismo se centre en el materialismo, ni abogue por él, en el sentido del culto a la propiedad, a lo material, a las riquezas, a las posesiones, a los objetos, a las cosas. Nada de eso. Ellos vienen a decir que la libertad (en el sentido del libre albedrío), por ejemplo, como las ideas en general, están condicionadas por la realidad, por las condiciones y circunstancias materiales de la existencia. Y si nos fijamos un poco, estos mismos principios pueden ser extrapolados a toda actividad humana. Vamos a proponer dos ejemplos muy distintos, pero con un fundamento común. Pensemos por ejemplo en las Artes Marciales orientales (Kung-Fu, Karate, Taekwondo, Judo, etc.), que fueron creadas por sus practicantes primigenios (labriegos y trabajadores que no podían portar armas) ante la necesidad de defenderse mediante los utensilios más básicos de que disponían, que no eran otros que su propio cuerpo, y sus herramientas cotidianas y utensilios de trabajo. Su realidad material y social, sus necesidades de autodefensa frente a los ataques de los bandidos, les provocaron tal necesidad. 

 

O bien, como segundo ejemplo, totalmente distinto al anterior, pensemos en la gestación histórica de nuestro Arte Flamenco en Andalucía. Igualmente, las necesidades no satisfechas de un pueblo, la opresión que sufría, la marginación y la privación de sus derechos más elementales, la necesidad vital de rebelarse y protestar ante dicha realidad social de aquélla época (finales del siglo XVIII y principios del XIX), provocaron en los cuerpos y en las gargantas que dicha situación favoreciera una forma nueva y distinta de expresión artística, que se canalizó bajo instrumentos, formas y estilos musicales muy especiales, en perfecta armonía entre las aportaciones milenarias del pueblo andaluz y del pueblo gitano. Y de nuevo en este caso, la necesidad material, la angustia vital, las indignas condiciones de su existencia, llevaron al pueblo andaluz (y al gitano, integrado perfectamente en la Baja Andalucía mejor que en ningún otro sitio de España) a la creación de este arte único y universal, Patrimonio de la Humanidad, y una de las músicas más ricas y profundas de todo Occidente. En ambos casos citados (los pueblos orientales con las Artes Marciales y el pueblo gitano-andaluz con el Arte Flamenco), únicos en el mundo, y procedentes de regiones tan distantes geográficamente, se puede apreciar hasta qué punto son ciertos los postulados del Marxismo: las condiciones materiales de la existencia humana son el principal estímulo para la canalización de las ideas, del pensamiento, de la conducta, de las artes, del conocimiento, de la voluntad, en fin, de todo aquéllo que va modelando la historia de las sociedades humanas. 

 

Y en esto consiste básicamente el enfoque materialista al que estamos haciendo referencia. En dar preponderancia a lo material, en sostener que lo material influye más en lo espiritual que al revés. En entender y admitir la tremenda influencia que las condiciones reales (materiales) de la existencia proyectan sobre las concepciones, ideas, pensamientos y actitudes humanas. Y el enfoque dialéctico, por su parte, viene a resaltar la dialéctica como esencia del método científico bajo el que el Marxismo estudia la realidad. La dialéctica estudia el movimiento, el enfrentamiento, la evolución, la interrelación dinámica entre los agentes y los procesos, sus contradicciones. Bajo este prisma, Marx y Engels construyeron todo un corpus científico, todo un edificio histórico y social donde se basa su teoría y se vincula su práctica. Por tanto, es absolutamente esencial comprender bien estos conceptos para entender correctamente el Marxismo, y no ofrecer o difundir imágenes tergiversadas de él. Imágenes que no se corresponden con la realidad que sus creadores y colaboradores difundieron, y que han hecho mucho daño a la teoría y praxis ligadas al Marxismo, contribuyendo a que éste haya quedado diluido, distorsionado, desvirtuado o incomprendido. Y ni qué decir tiene que dichas imágenes equivocadas del Marxismo han sido utilizadas en su contra por sus principales detractores para difundir su mala prensa. Si a todo ello le unimos la confusión provocada por falsos "regímenes comunistas", como el posterior a la Revolución Rusa de 1917 (estalinismo) o el actual del Partido Comunista Chino, o de la República de Corea del Norte, que detentan regímenes de auténtico capitalismo de Estado, y de represión de las libertades fundamentales, en muchos aspectos más cruel y déspota que los regímenes capitalistas occidentales, alcanzaremos a explicar por qué el auténtico Marxismo no es mejor conocido y apoyado. 

 

Debemos por tanto centrarnos en cómo podemos transformar nuestra sociedad. Es necesario retocar la teoría marxista sobre todo por cuanto respecta a la lucha política para posibilitar la transición al socialismo. Y en dicha parte del Marxismo el principal concepto a considerar es, sin duda, el de la dictadura del proletariado. Este concepto no fue suficientemente desarrollado por Marx y Engels en su día, y no ha sido suficientemente cuestionado hasta ahora, o se ha hecho (por parte de los detractores) de una manera excesivamente maniquea, demagógica y torticera, para rechazarlo por completo o para aceptarlo tal cual fue postulado en su día. Alrededor de este concepto (y algunos otros) es donde el Marxismo debe renovarse. Alrededor de este concepto deben hacerse los mayores esfuerzos por hacerlo progresar. Pongamos por tanto las cosas en su sitio (sin pretender sentar cátedra de nada, sólo exponemos nuestra humilde opinión): cuando Marx y Engels pensaban en la "dictadura del proletariado", no pensaban en un régimen de partido único dictatorial, más bien al contrario, pensaban en una democracia obrera, de una amplitud, profundidad y calidad superiores a la democracia burguesa. 

 

De entrada, revisemos la nomenclatura y la terminología, que es otro foco de posible confusión: podemos y debemos usar indistintamente los términos "proletariado", "pueblo", "masas" o "mayoría" como sinónimos. Por ello, el concepto "dictadura del proletariado" se puede considerar sinónimo del concepto "dictadura democrática" (en refencia al gobierno del pueblo) o del concepto "dictadura de la mayoría" (de la inmensa mayoría social, se entiende, opuesta en sus intereses a la élite privilegiada o burguesía, dueña de los medios de producción). En definitiva, se trataría de la "dictadura" de una clase (o de varias) o de una vanguardia que representa a la mayor parte de la población, la idea fundamental es la represión explícita por la fuerza de una minoría por una mayoría, o si se quiere, la exclusión de una minoría (la burguesía) de la democracia. En la actualidad, podemos considerar que la mayor parte de la población pertenece al proletariado, entendiendo éste, en un sentido amplio, como el conjunto de trabajadores asalariados que trabajan por cuenta ajena (en cualquier sector de la economía, público o privado), es decir, que no poseen los medios de producción, y necesitan vender su fuerza de trabajo para poder subsistir. Basta recordar la definición que daba Engels a la palabra "proletariado": "Por proletariado se entiende la clase de los trabajadores asalariados modernos, que ya no poseen medios de producción propios, y dependen de la venta de su fuerza de trabajo para poder vivir". Y por tanto, el proletariado (aún con sus subdivisiones internas, y bajo sus distintas formas) representa la clase mayoritaria de la sociedad. Continuaremos en siguientes entregas.

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28 abril 2016 4 28 /04 /abril /2016 23:00

Vamos a abordar en esta entrega otro de los MMSS muy de actualidad, debido sobre todo a la continua lucha que mantienen en contra de la LOMCE, que es, como sabemos, el proyecto educativo del Partido Popular. Se trata del Sindicato de Estudiantes (http://www.sindicatodeestudiantes.net), cuya actividad se ha visto acrecentada durante estos últimos años, debido a la tremenda ofensiva de la derecha en cuanto al ataque al derecho fundamental a una educación pública, gratuita y universal. Su página web se organiza al estilo blog, con una cabecera típica donde se suceden en scroll horizonal los enlaces a los eventos más recientes e importantes, con sus galerías de imágenes asociadas, dispone también de unos enlaces generales en la parte superior, y unos enlaces en el marco derecho, con enlaces a las redes sociales y a otros sitios web amigos. En el marco central se suceden los diferentes artículos y crónicas de las diversas actividades que realiza el sindicato. 

 

Precisamente hace pocos días, tres millones de estudiantes eran llamados a la huelga contra las políticas educativas del PP, y ahora también contra el tímido intento de paralización de la LOMCE que propone el PSOE en su pacto con CIUDADANOS. Como sabemos, el PSOE ha vuelto a traicionar (por enésima vez)  a sus votantes y a la comunidad educativa en su conjunto, pues es ella prácticamente al completo (así como el resto de fuerzas políticas) las que se oponen frontalmente a la implantación de la LOMCE del ex Ministro José Ignacio Wert. Y es que las cifras lo expresan por sí mismas, incluso en medios tan conservadores como Expansión, que cita que el gasto público en educación se retrotrae a niveles del año 2000, mientras que las familias gastan un 33% más que entonces. La situación, por tanto, es absolutamente caótica e insostenible, y sólo explicable desde la consecución de los objetivos educativos del PP, que se basan en los principios de la exclusión, del elitismo, del mercantilismo, del adoctrinamiento y de la privatización de la escuela pública. Las huelgas convocadas por el Sindicato de Estudiantes se han aplicado a los ciclos de ESO, Bachillerato, FP y la Universidad, no sólo contra la LOMCE en su conjunto, sino también contra el sistema "3+2" (que acorta los ciclos universitarios y amplía los másteres, encareciendo además su acceso), contra la subida de las tasas educativas, y contra los recortes de recursos humanos y materiales en todas las etapas de la educación pública. 

 

La lucha del movimiento social de los estudiantes viene de lejos, pero últimamente ha tenido que recrucederse, debido como decimos a este flagrante ataque al modelo educativo que consagraba (aunque por supuesto con muchas necesidades de mejora) un modelo público más o menos de calidad. En cambio, las tendencias actuales convergen hacia la residualidad de la educación pública, el incremento de los conciertos educativos, la educación elitista y segregadora, el desmontaje de los órganos colegiados de la comunidad educativa, la aplicación del modelo empresarial a la escuela pública, la legitimación de un modelo competitivo entre los propios centros, la inclusión de la religión dentro del currículum educativo, y la desaparición de asignaturas interesantes, como las de educación para la ciudadanía, y otras de tinte humanista y artístico. En fin, toda una contrarreforma educativa, antisocial y antidemocrática, que pretende ser instalada en contra de todos los sectores implicados, comenzando por los propios estudiantes. El Gobierno del Partido Popular, durante su legislatura, ha sufrido ya dos huelgas generales del sector, y casi una veintena de paros convocados por los movimientos estudiantiles. Pero aún así y todo, se resiste a abandonar los preceptos de la LOMCE, ante la cual también se han rebelado casi todas las Comunidades Autónomas. 

 

Según el Sindicato de Estudiantes, a estas últimas convocatorias de huelga han respondido un total de 1.200 IES y 98 Facultades de diversas Universidades del país, así que el seguimiento ha sido espectacular. Y es que la educación pública ha perdido entre 2009 (con la crisis ya en situación avanzada) y 2014 alrededor de un 15% de su presupuesto, lo que se traduce en unos 7.000 millones de euros. El recorte de recursos ha sido brutal, según un estudio de la Fundación BBVA y el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), poco sospechosos de izquierdismo ideológico. Las familias siguen teniendo que hacer ingentes esfuerzos para que sus hijos continúen sus estudios, pero muchos estudiantes se han quedado ya en la cuneta, sin poder continuar sus itinerarios profesionales. Y mientras todo esto ocurre, al mismo ritmo que caía la inversión pública educativa subía la privada (un 33%) entre los mismos años de la horquilla. La conclusión está clara: el objetivo es convertir la educación en un bien sólo para las élites que puedan pagarla. Se dijo por parte del ya ex Ministro Wert que sobraban profesores en nuestro país, y dicho y hecho, nada más tomar posesión de su Ministerio procedió a una criba irracional en el número de docentes en nuestro país.

 

Y las becas y ayudas al estudio también han sufrido los recortes de este indecente gobierno. Y aunque es cierto que se dan más que nunca, la explicación de este fenómeno no es la política educativa del PP, sino la caída de las rentas, que ha provocado que muchas más familias que antes tengan derecho a ellas. Pero las cuantías que se pagan con las mismas, unido al aumento de las tasas, ha convertido en inviable para muchas familias este derecho fundamental. Por último, en cuanto a las contrarreformas en el ámbito universitario, además de compartir la filosofía y principios fundamentales de la LOMCE (durante los últimos años se han estancado las Universidades Públicas, mientras se han creado muchas más Universidades privadas, bajo el patrocinio de la banca y grandes empresas), tienen efectos en los ciclos universitarios, que quedan transformados por el nuevo sistema "3+2", que fuerza a muchos estudiantes a cursar los correspondientes Másters, que tienen un precio por crédito muy superior al de los grados, en ocasiones hasta el doble. Hasta la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) ha manifestado su posición contraria a esta medida, acordando una moratoria para la implantación de la misma. Y todo ello, por no mencionar que España es uno de los países de la UE con precios de Grado, Licenciatura y Máster más caros, sobre todo si lo comparamos con los 50 euros que han pagar los alumnos alemanes, o con la gratuidad absoluta de la que disfrutan los alumnos de los países nórdicos. Larga vida pues al Movimiento Estudiantil, que aún ha de dar mucha briega para revertir tanto desprecio a la educación como nuestros dirigentes políticos han derrochado durante estos años. Continuaremos en siguientes entregas.

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27 abril 2016 3 27 /04 /abril /2016 23:00

¿Pero quiénes son las GAFAM (en expresión acrónima de Ignacio Ramonet)? Responden a las iniciales de sus empresas respectivas, es decir, Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft, y representan al macroconjunto de las mayores empresas mundiales de tecnología, para las cuales el negocio no sólo está en sus ventas, sino en la venta de la información procedente de todos nosotros. Y detrás de las GAFAM no están solamente ellas, sino toda la pléyade de grandes empresas tecnológicas, en última instancia el complejo industrial-tecnológico, cuya máxima expresión son las aplicaciones que se encuadran en lo que conocemos bajo la coloquial denominación de "Redes Sociales". La vigilancia a la que estamos expuestos por mediación de todas estas herramientas, tecnologías y aplicaciones es inmensa, pues no sólo se trata de que gran parte de nuestra información personal, privada y confidencial viaje por la red, sino que estas grandes empresas transnacionales están detrás de la implantación progresiva de nuevas pautas de conducta, de nuevos comportamientos sociales, y de nuevas costumbres colectivas. Según Ramonet, estas empresas nos vigilan ya mejor que los propios Estados. 

 

Este megaentramado industrial-tecnológico compuesto por los Estados, las grandes empresas que dominan Internet y los sistemas actuales de procesamiento de la información personal, unidos a las laxas políticas globales sobre privacidad y confidencialidad, arrojan un sombrío panorama. Y bajo el mantra de estar "conectados al mundo" y otros eslóganes parecidos, las posibilidades de la vigilancia global avanzan a pasos agigantados. Y así, nos vigilan por Twitter (en este medio hemos de tener especial cuidado con lo que se dice, pues tenemos detrás a todo el aparato del Estado en vigilancia mediante nuevas herramientas legales como la llamada "Ley Mordaza"), nos vigilan por Whatsapp (últimamente se ha incorporado la actualización de esta aplicación que envía paquetes de información cifrada), nos vigilan por Google y sus herramientas asociadas (sobre todo en el sentido del posible rastreo de nuestro historial de navegación), nos vigilan a través de los perfiles de compra de artículos y productos (las cookies o pequeñas "galletitas" de información personal son cada vez más completas), nos vigilan a través de Youtube (a través del perfil de los vídeos visitados), nos vigilan por nuestros perfiles y actividades publicadas en Facebook, en LinkedIn, en Instagram, en Flickr, y en fin, nos vigilan por los metadatos de toda nuestra actividad en Internet. Quizá un aspecto novedoso donde se han introducido las Redes Sociales, y que ofrece un especial peligro, es el mundo del empleo. Y así, bajo la máxima social-tecnológica de que "si no existes en las redes sociales, simplemente no existes", el asunto está tomando ya un cariz ciertamente preocupante. 

 

En efecto, tampoco existirás en el mundo profesional sin la presencia en este tipo de redes sociales, ya que muchas de ellas, como LinkedIn, están especializadas en este ámbito (de hecho, su publicidad nos habla de "La mayor red profesional del mundo, que gestiona más de 400 millones de miembros"). Absolutamente gratuita y presente en más de 200 países, LinkedIn está pensada fundamentalmente para construir tu identidad profesional en Internet, mantenerte en contacto con compañeros de clase y de trabajo, y encontrar nuevas oportunidades profesionales. Y de esta forma y básicamente, tu Currículum es lo que aparece en Internet, habiendo quedado obsoleto el antiguo Currículum en papel. Hasta aquí muy bien. Las empresas y sus seleccionadores de personal (internos o externos) consultan estas redes permanentemente. Pero el peligro es que este tipo de redes "unen" los perfiles personales, los perfiles sociales y los perfiles profesionales, todos en uno. Se tiende por tanto hacia que nuestra identidad en este tipo de redes englobe todas nuestras manifestaciones, desde las más públicas y profesionales hasta las más íntimas y personales. La idea que persiguen es que un consultor empresarial que vea nuestro perfil no sólo pueda conocer datos profesionales de su interés, sino también a qué nos dedicamos en nuestro tiempo libre, qué aficiones tenemos, qué gustos, comportamientos, pensamientos y actitudes poseemos. 

 

Por tanto, el consultor de fuera que consulta en una red como LinkedIn tu perfil profesional para un posible empleo, no está viendo únicamente tu Currículum Vitae, sino que también está consultando tus preferencias de cine o de música, el perfil de tus amistades, tus pronunciamientos políticos (si los hubiere), tus aficiones o hobbies, qué haces en tu tiempo libre, cómo reaccionas o te manifiestas ante determinados eventos sociales, políticos o económicos, y un largo etcétera de tu actividad social. Por ello, un perfil social "completo" en cualquiera de estas redes, que puede ser consultado por personas que van a decidir tu posible incorporación a una determinada empresa, es evaluado desde los criterios de "selección" particulares de las empresas que van a decidir (o no) tu posible incorporación, de tal manera que la conclusión está muy clara: los gestores sólo accederán a incorporar a sus empresas a personas que no solamente posean un currículum profesional acorde al puesto de trabajo demandado, sino que también posean todo un "perfil social adecuado" a los requerimientos de la empresa. Es lógico pensar que sólo las personas imbuidas del espíritu, la filosofía y los valores empresariales serán considerados, digamos, "buenos candidatos". 

 

En mi caso, por ejemplo, si determinadas empresas sólo conocieran mi perfil profesional docente, y mi historial de actividades y experiencias profesionales, seguramente sería muy buen candidato, pero si además de todo ello también tuvieran acceso a información anexa, por ejemplo a que soy el titular, creador, editor y publicador de este Blog sobre "Actualidad Política y Cultural", y leyeran algunos de mis artículos para conocer mi "línea editorial", seguramente ya dejaría de ser tan buen candidato. Evidentemente, estamos ante otro paso más en el control que el gran capital efectúa sobre la clase trabajadora, para (al igual que por ejemplo se intenta hacer con el sistema educativo bajo la LOMCE) cultivar y seleccionar únicamente los perfiles de las personas "bien vistas" ante el sistema, poco críticas frente al mismo, y para el caso que nos ocupa, los trabajadores seleccionados serían aquéllos que no ofrecieran lo que pudiéramos llamar "perfiles peligrosos o conflictivos" para la empresa. Al final del todo, en el último eslabón de la cadena, tenemos a las GAFAM y sus adláteres trabajando para ese "Imperio de la Vigilancia" al que nos tienen sometidos. 

 

En nuestras manos está poner fin, mediante las leyes apropiadas a nivel globalizado (lo cual es inmensamente más complicado que hacerlo a niveles locales), a la inmensa capacidad de control que estas empresas proyectan sobre todos nosotros, y dejar de mirar para otro lado, siendo partícipes activos o pasivos de esta deriva hacia la que el gran capital nos conduce. Debemos poner fin a todo tipo de espionaje social bajo cualquier pretexto, estableciendo marcos de limitación al uso ilícito de nuestros datos, rastreos e informaciones personales que estas empresas realizan. En caso contrario, llegará un momento en que estemos demasiado controlados como para reaccionar. Y más específicamente, sólo desde un contexto de mayor soberanía tecnológica, donde las TIC sean implementadas por empresas de software libre, a ser posible de proximidad, y donde el control democrático sobre la información que manejan sea mayor, será posible revertir todo este andamiaje del espionaje tecnológico global, y caminar hacia senderos de mayor respeto hacia la intimidad de las personas, y hacia el pensamiento crítico y libre.

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26 abril 2016 2 26 /04 /abril /2016 23:00

Desde la publicación de los primeros casos de los que han sido denominados como los "Panamá Papers" asistimos a toda una ceremonia de la hipocresía social y política en torno a ellos. Primero habría que preguntarse algunas cuestiones iniciales, como el por qué de su nombre (el hecho de hacer referencia al país ya denota una cierta campaña de desprestigio hacia el mismo, cuando el hackeo procede fundamentalmente de un bufete de abogados, Mossack-Fonseca, especializado en este tipo de asuntos), y los intereses que pueden existir detrás de su publicación con cuentagotas. Es cierto que el tamaño de los archivos es inmenso, y sólo hemos visto la punta del iceberg de todo lo que hay detrás de ellos, pero en principio, las cosas no parecen estar muy claras. Algunos analistas apuntan a las intenciones de Estados Unidos de recuperar para sus paraísos fiscales grandes cantidades que durante años habrían ido a parar a otros países. Aún no lo tenemos claro.

 

Bien, pero después de estas cuestiones iniciales, y a la luz de lo publicado y de la reacción social desatada, existen otras preguntas que podemos hacernos y que serían muy interesantes de evaluar, porque parece que no tratamos igual, con la misma intensidad ni con el mismo reproche ético y social, al hecho de que un particular (incluso alguna empresa) tenga o haya tenido alguna cuenta en un paraíso fiscal, que al hecho de que una de las actividades principales de los bancos sea precisamente ser intermediarios y colaboradores necesarios en todos estos procesos. Pondremos un ejemplo directo y sencillo para que se entienda la reflexión: montamos en cólera porque nos enteramos de que, por ejemplo, el conocido actor Imanol Arias tuvo una empresa durante algún tiempo en un paraíso fiscal, pero nos importa bien poco (o al menos, eso es lo que demostramos) que el Banco de Santander esté implicado en cientos de miles de operaciones con paraísos fiscales...¿es que es acaso más importante que Imanol Arias haya tenido alguna cuenta o empresa en paraísos fiscales, y haya podido defraudar al fisco algunos miles de euros, que el hecho de que el Banco Santander participe activamente en la defraudación (directa o indirecta) de miles de personas, defraudando al fisco cientos de millones de euros? 

 

La hipocresía social es tremenda, achacable en cierto sentido a la inmensa influencia que el pensamiento dominante (capitalista) proyecta sobre nosotros, y que entiende que, simplemente, los bancos son así. Y al igual que desahucian a las personas, también ayudan a los poderosos o acaudalados a evadir sus impuestos. Y así, desde hace más de una semana, los principales medios de comunicación están con sus campañas de honestidad a bombo y platillo, indignándose por el hecho de que personas conocidas de la cultura, de la música, del cine, futbolistas, empresarios, etc., tengan o hayan tenido empresas en paraísos fiscales para eludir sus impuestos en nuestro país, pero a los principales actores que han posibilitado que toda esta inmensa vergüenza sea posible, es decir, a la gran banca privada internacional, se la exime de dicha "indignación popular". Y ahí tenemos a los periodistas de diversas cadenas de radio, prensa y televisión, persiguiendo y acosando a famosos como Pedro Almodóvar, Leo Messi, Pilar de Borbón, Imanol Arias, y a diversos políticos de la escena nacional e internacional, pero todavía no hemos visto a ningún/a periodista acosar por la calle a Ana Patricia Botín (Santander) o a Francisco González (BBVA), por poner dos conocidos ejemplos de los más grandes bancos, que están detrás no de un caso, sino de miles de casos de empresas y grandes fortunas en paraísos fiscales. 

 

Y es que la opacidad de la banca es tan conocida como permitida por los serviles políticos a su servicio, que son todos los que nos han gobernado hasta ahora, y además es un problema globalizado. Reformas fiscales que van claramente en su beneficio, exención de impuestos, amnistías fiscales para los ricos y podersos, y anuncios vacíos que nunca llegan a ninguna parte, como la intención de implantar la llamada "Tasa Tobin" (o alguna otra variante) que obligue a que existan impuestos a las transacciones financieras, o esto que nos ocupa, es decir, las grandilocuentes declaraciones llamando a la extinción de los paraísos fiscales, o a la eliminación del secreto bancario. Mentiras y más mentiras. No existe realmente voluntad política para acabar con todos estos desmanes de la banca, porque a la banca se la ha dado ya demasiado poder, y controla demasiadas esferas de nuestra vida. Desde los años 80 hasta la actualidad, el proceso de desregulación del mercado bancario ha sido imparable, y su deriva hacia la incursión en negocios especulativos, algunos de ellos entrando en la esfera de los derechos humanos, ha sido absolutamente intolerable. Y de aquéllos polvos, estos lodos. Hoy día, el flujo incontrolado e incontrolable de capitales es absoluto, y los grandes patrimonios y empresas transnacionales pueden desplazar sus fortunas entre unos y otros paraísos fiscales, y para todo ello, la banca es pieza fundamental. 

 

Y por supuesto que el reproche ético debe ser para todo el mundo, tanto para el banco internacional más potente, como para la última persona que sea partícipe de estas prácticas. Pero al igual que en casos de corrupción, no podemos comparar la corrupción galopante y a gran escala de los grandes partidos (PP y PSOE), que la corrupción aislada y puntual de algún responsable político de Izquierda Unida, Podemos o Ciudadanos. Sería demagógico, injusto e irresponsable equiparar el pequeño fraude que pueda hacer un desempleado por estar realizando actividades bajo la economía sumergida, que el gran fraude que realiza una empresa multinacional, seguramente porque el segundo será de un tamaño del orden de cientos de miles de veces el del primero. Luego, por tanto, habría que ir acabando con la hipocresía con respecto a estos asuntos. Que los paraísos fiscales existen es un hecho vergonzoso y lamentable al que hay que enfrentarse, y hay que hacerlo atacando a los principales actores que, debido a su tremendo poderío, imposibilitan que los diferentes Gobiernos puedan llevar a cabo medidas que puedan acabar para siempre con dichos nidos de fraude y corrupción. Y en el proceso de identificación de dichos actores, la gran banca privada, entre otros, desempeña un papel fundamental. Sin ir más lejos, 33 de las 35 empresas del IBEX, según informe de Oxfam, eluden impuestos en España, y entre ellas hay unos cuantos bancos. 

 

Porque esos indecentes banqueros, esos "dictadores de Occidente" (en expresión de Robert Fisk), que son los mismos que gestionan las cuentas opacas en paraísos fiscales, son también los mismos que blanquean el dinero procedente de la droga, desahucian a las personas de sus viviendas, estafan a las personas más vulnerables, compran deuda pública de los Estados, financian empresas de armamento nuclear, y un largo etcétera de negocios sucios, mediante los cuales especulan y obtienen sus astronómicas ganancias. Pero la pregunta es: teniendo pistas tan claras de sus fechorías (como ahora con los papeles de Panamá)...¿por qué no existe un mayor reproche social hacia ellos? ¿Por qué la gente no se indigna con los banqueros como lo hace con el resto de los empresarios, de los políticos y de los particulares? Este hackeo de los papeles de Panamá ha destapado también algunas vergüenzas del sistema financiero internacional, pero como decimos, la prensa está más a la caza del actor, del futbolista, de la modelo o del político de turno. Y ya llueve sobre mojado. Recuérdese la famosa "Lista Falciani", o el pacto del BBVA con la justicia norteamericana, tras ser acusada dicha entidad de complicidad en la evasión fiscal de grandes fortunas estadounidenses a Suiza. Pero claro, después hay que escuchar sin despeinarse a ciertos políticos que nos dicen que para hacer tales o cuales cosas "no hay dinero". Es el colmo.

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25 abril 2016 1 25 /04 /abril /2016 23:00

Resulta muy significativo comprobar hasta qué punto Nicolás Maduro tenía razón cuando indicaba al eje "Madrid-Caracas-Miami-Washington" como el responsable de la desestabilización que sufre Venezuela, no como consecuencia de un Gobierno represor y antidemocrático, como la derecha mediática nos cuenta, sino como consecuencia de la constante ofensiva de las derechas políticas española, latinoamericana y estadounidense. Con tantos sitios donde se violan flagrantemente los Derechos Humanos en el mundo, y sobre todo en el continente americano (comenzando por los Estados Unidos, y continuando por México, Honduras, Colombia, etc.) la política interna venezolana esté un día sí y al siguiente también en primera plana de nuestros programas informativos. Y es que Venezuela está en el punto de mira, en el ojo del huracán de todos los esfuerzos del eje mencionado más arriba para derrocar al Gobierno de la Revolución Bolivariana, como en su día lo estuvo el Gobierno de la Revolución Cubana. 

 

Constantemente se cuentan las "provocaciones" del Presidente Nicolás Maduro en los informativos, que lo único que pide es respeto para su pueblo, pero no se cuentan los explícitos apoyos que nuestro Presidente en funciones, Mariano Rajoy, dedica en la prensa española a los "opositores venezolanos", y el pomposo recibimiento y agasajo, con altavoz mediático incluido en toda la prensa convencional del régimen, de las esposas de los supuestos "líderes opositores" venezolanos encarcelados. Hemos de denunciar tanta falacia y tanta hipocresía, porque el interés de la derecha española por la cuestión venezolana no tiene nada que ver con la defensa de los Derechos Humanos, sino con la clara injerencia política y el intervencionismo, con la intoxicación política y mediática permanente, en un proceso de apoyo a los sectores violentos para el derrocamiento del Gobierno del Presidente Maduro. Bajo una sarta de mentiras amplificadas con la inestimable colaboración de la prensa dominante, y de los vergonzosos ex Presidentes González y Aznar, se vierten un conjunto de acusaciones sin fundamento, y se teje toda una construcción absolutamente falseada de la realidad. En el fondo, aquí en nuestro país están utilizando prácticamente las mismas técnicas (mentiras, intoxicación, acusaciones sin pruebas, etc.) contra la formación política de Pablo Iglesias, para evitar que pueda llegar a gobernar. 

 

Y ya que no lo cuentan los de PODEMOS, que en los debates abordan este asunto con una tibieza absoluta, limitándose a defenderse de las acusaciones que les vierten, vamos a hacerlo nosotros. Vamos a contar la realidad de Venezuela, que no es ninguna dictadura, ni es un territorio salvaje donde no se respeten los derechos humanos. Puestos a competir en salvajismo, quizá el vecino imperialisa del Norte, los Estados Unidos, se llevarían la palma. Venezuela está el punto de mira porque desde la llegada al poder de Hugo Chávez representa un mensaje que postula democracia contra dictadura de los mercados, que postula fraternidad contra racismo, que postula cooperación y solidaridad contra discriminación, que postula servicios públicos frente a privatización, que postula patriotismo contra entreguismo, que postula paz contra violencia golpista y terrorista, y que postula educación, salud y asistencia social para todos, y de forma gratuita. Y a su vez Venezuela es un país rico en petróleo y recursos naturales, esencial para controlar la geopolítica de la región, pero que se niega a servir a los intereses de las grandes empresas transnacionales, representantes del gran capital, cuyos siervos son estos indignos políticos de tres al cuarto que dicen "luchar por los derechos humanos". Por último, Venezuela, sobre todo durante los mandatos de Chávez, ha conseguido sembrar esa semilla, la semilla del socialismo del siglo XXI, por muchos sitios de América Latina, desmontando las organizaciones que servían a los intereses norteamericanos, y avanzando en la auténtica integración de los pueblos latinoamericanos y caribeños. 

 

Lo último que se nos presenta es el Proyecto de Ley de Amnistía, como una Proposición No de Ley impulsada por el Partido Popular para respaldar dicho proyecto de la oposición venezolana, que ya ha visto el rechazo de los grupos de la izquierda parlamentaria española. Sobre dicho proyecto de ley ya se ha pronunciado en contra el Tribunal Supremo venezolano. Pero aquí seguimos dándole vueltas al asunto, en un claro ejercicio de hipocresía política absoluta, para desprestigiar a las instituciones bolivarianas y apoyar a los grupos opositores. Dicho Proyecto de Ley está pensado únicamente para perdonar a aquéllos que durante los últimos años, bajo tácticas golpistas, pretendieron acabar con la Revolución Bolivariana y con el legítimo mandato del Presidente Nicolás Maduro. Dicho Proyecto de Ley de Amnistía tiene un contenido claramente contrario a la defensa de los Derechos Humanos, al Estado de Derecho y a la democracia, al propugnar la amnistía para responsables de delitos como el terrorismo. Este proyecto de ley de amnistía sólo favorece que exista un amparo legal para todas las actividades violentas que han contribuido al clima de tensión favorable a derrocar al gobierno democrático elegido en las urnas. 

 

Dejemos también claro este tema. Somos de la opinión de Atilio Borón, cuando afirma que Leopoldo López y toda su cuadrilla, se pueden asemejar al Comandante golpista de la Guardia Civil Antonio Tejero. Bueno, pues Leopoldo López es el Tejero venezolano. Y si a Tejero le condenaron, por golpista y en justicia, a 30 años de cárcel aquí en España, a Leopoldo López en Venezuela le han condenado sólo a 13, y entonces, toda la derecha política, social y mediática venezolana, estadounidense y española se ha rasgado las vestiduras. Pero teniendo en cuenta que Tejero no mató a nadie aquí en España, y que la iniciativa golpista dirigida por Leopoldo López fue la responsable de la muerte de 43 personas en Venezuela, demasiado benevolente ha sido la pena. Dejemos, por tanto, de nuevo, las cosas claras. Leopoldo López, Antonio Ledezma y compañía no son "disidentes políticos" injustamente encarcelados por un gobierno represor. Es el cabecilla de toda una organización dedicada a alterar por la fuerza el orden constitucional vigente en su país, y a derrocar mediante la violencia a un gobierno elegido democráticamente. Para ello cuentan con la colaboración de mercenarios sufragados por Estados Unidos, y con el patrocinio de otros ex Presidentes latinoamericanos, que son los mismos que aparecen de vez en cuando firmando colectivamente documentos que hacen llamamientos al respeto a los derechos humanos en Venezuela. Toda una auténtica farsa. 

 

Estos falsos "líderes opositores" son los responsables de las tremendas oleadas de violencia que se han desatado durante los últimos años en las calles de Venezuela, desde incendios de escuelas y guarderías infantiles hasta la quema y destrucción de medios de transporte públicos y privados, ataques violentos a Universidades y a centros de salud, constitución de "guarimbas" (especies de barricadas desde las cuales se controlaban los movimientos de la población, y se amenazaba a quienes desafiaran enfrentarse a su impunidad y prepotencia) y asesinatos varios. Los llamados "guarimberos" se nos vendieron como héroes populares, pero después se descubrió que buena parte de ellos eran paramilitares colombianos, y que casi no había presencia de estudiantes, como también habían manifestado. Mentiras y más mentiras. Y nuestros medios de comunicación (recordemos que son de los medios que menos credibilidad poseen, según The New York Times) y nuestros políticos de la derecha, son los primeros en contribuir a estas campañas de desprestigio del chavismo, a tildarlo de represora dictadura, y a ensalzar la figura de estos golpistas como si fueran héros de una pacífica resistencia popular...¿acabaremos alguna vez con esta hipocresía y con este juego sucio contra los países que intentan en la escena internacional apartarse, aunque sólo sea un poco, de los postulados capitalistas?

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24 abril 2016 7 24 /04 /abril /2016 23:00

Pero hay que afirmar claramente que, si hay algo obsoleto, es precisamente el neoliberalismo y el capitalismo, por cierto muy anteriores a Karl Marx y a los movimientos socialistas o comunistas. Las ideas marxistas, convenientemente actualizadas, son y serán plenamente vigentes mientras se mantengan las enormes desigualdades del capitalismo y no se llegue a un sistema infinitamente más justo e igualitario

Jordi Córdoba

He rescatado la cita de entradilla del artículo de dicho autor, "Vigencia del marxismo, vigencia del socialismo", que recomiendo a mis lectores, donde Jordi Córdoba insiste en los planteamientos que venimos realizando en estas últimas entregas. Bien, como ya adelantábamos en el artículo anterior, el Marxismo parte de un estudio de la sociedad, basado en la metodología científica, cuyos postulados fundamentales son el materialismo histórico, el materialismo dialéctico y la dictadura del proletariado. Estos tres conceptos fundamentales se complementan mediante todo lo que ya hemos contado sobre clases sociales, lucha de clases, y desigualdades. La teoría marxista se complementa también mediante algunas otras teorías y conceptos complementarios, que estamos ignorando en esta serie de artículos porque serán tratados en otras, como por ejemplo, la teoría de la nación y el Estado. Por fin, el Marxismo también se complementa hoy día con ideologías o corrientes de pensamiento de más reciente cuño, tales como el Ecologismo, el Feminismo, el Pacifismo, etc. La visión marxista actual, sin dejar de aceptar los grandes paradigmas expresados en el Marxismo clásico, debe ser crítica con él, debe replantearse algunos de sus conceptos, debe complementar y actualizar su ideario, debe refrescar sus contenidos, y debe sobre todo someter a constante evolución sus teorías y sus prácticas, como toda ciencia o teoría social viva. 

 

Sólo de esta forma podremos ofrecer y llevar a cabo nuevos intentos de instalar el Marxismo en las sociedades actuales, sin volver a cometer los errores ya cometidos por la izquierda en épocas pasadas. En palabras de José López: "Si nos agarramos a la idea de un marxismo impoluto, inamovible, estático, el marxismo seguirá impolutamente marginado, permanecerá inamovible y arrinconado, seguirá estáticamente enterrado ante las grandes masas, para beneficio de sus verdaderos enemigos: las minorías dominantes". Este extracto del autor José López pertenece a una de sus obras más interesantes, como es "El Marxismo del siglo XXI: Redescubriendo y repensando el marxismo", obra (como todas las suyas) de libre distribución, la cual recomiendo encarecidamente a mis lectores. Nosotros, al ser una obra de libre distribución, y por supuesto respetando el original, e indicando el autor y la fuente (el sitio web Rebelion.org, aunque han aparecido textos suyos como extractos o resúmenes de esta obra en muchos otros medios alternativos), vamos a tomarla como referencia para esta última parte de nuestra serie de artículos, porque nos parece, por su carácter didáctico, y por las interesantes aportaciones que realiza el autor, quizá una de las mejores obras breves sobre el marxismo actual, que además lejos de insistir en la exposición profunda de sus postulados clásicos, ofrece una versión fresca y renovada, crítica y actual sobre la ciencia marxista. Quiero por tanto agradecer a este autor la publicación de esta obra, y desde aquí, felicitarlo por sus escritos y animarle a que continúe por esta senda. 

 

En el Marxismo se parte de una concepción materialista de la Historia de la Humanidad, de la historia de las sociedades humanas a través del tiempo, por lo cual, para la dialéctica materialista, el pensamiento no determina la realidad, sino al revés, es la realidad la que determina el pensamiento. Es algo comprobado científicamente que son las propias circunstancias de nuestra vida, nuestras experiencias y nuestras necesidades, las que conforman la visión que podamos tener del mundo y de la vida. En verdad, más en concreto, mejor dicho, el materialismo dialéctico nos dice que el pensamiento forma parte de la realidad, que lo inmaterial está enraizado en lo material, que las ideas y las condiciones materiales de nuestra existencia son dos aspectos de lo mismo, dos caras de una misma moneda, están íntimamente relacionados, aunque, en última instancia, todo viene determinado por lo material. Sin materia no hay ideas. Pero las ideas también fluyen en lo material. Aunque cronológicamente hablando el materialismo histórico precedió al dialéctico, éste completó a aquél hasta convertirse en su base. Aquí estamos más o menos de acuerdo, porque nos parece que es la mejor teoría para exponer, explicar y comprender no sólo la Historia de la Humanidad, sino también la relación del Hombre con su contexto natural, con la naturaleza, y con los medios de producción. 

 

En la concepción de la dialéctica materialista las ideas y las condiciones materiales de existencia no están separadas de manera estanca, no se oponen las unas a las otras (como así lo estaban en el modo de pensar metafísico), sino que ambas forman parte de la realidad, son dos formas en que ésta se expresa. En el pensamiento metafísico están separadas y confrontadas, son independientes. En el pensamiento dialéctico están íntimamente relacionadas, conforman un todo, estipulando el materialismo dialéctico que la base de todo es la realidad física, material. Las garantías por tanto de su validez son múltiples. Porque cuando una teoría es capaz no sólo de explicar el presente o el pasado, sino que, además, permite entrever el futuro, es que, entonces, muy probablemente, es válida. Una teoría científica que explica satisfactoriamente la realidad y que incluso la prevé mejor que otras teorías o modos de pensar, ha de ser forzosamente considerada como la mejor. Esto es la esencia del método científico. En la ciencia la realidad es la que manda, ésta es la que lleva a cabo la selección natural de las mejores ideas, de las teorías más acabadas, completas y perfectas, aquéllas que mejor concuerdan con la práctica, con lo observado real y empíricamente. 

 

El materialismo histórico nos dice que las condiciones materiales de existencia concretas son las principales causas de los acontecimientos, pero no las únicas. Dice que el factor más importante para explicar la historia es el económico, ¡pero no el único! En general, el materialismo dialéctico dice que las ideas son muy influidas por las condiciones de existencia materiales, pero no dice que éstas sean las únicas que influyen, sino que son las que más influyen. Y así, la forma que cada cual tiene de pensar viene muy influida por sus circunstancias, personales y materiales, por su vida pasada, por sus experiencias, por la clase social a la que se pertenece, por las experiencias vitales concretas, por el país donde se reside, por el contexto social donde se vive, por el momento histórico que nos toca vivir (el pueblo de Madrid de la época de Felipe IV seguro que no pensaría igual que el pueblo actual de Madrid), incluso por las condiciones físicas (una personas sorda o muda pensará de forma distinta a otra), etc. Todos estos factores nos determinan (aunque insistimos, no son los únicos) en nuestra forma de vivir, en la visión que tenemos de nuestra existencia y de la existencia de los demás, y por tanto, nos determinan la forma de pensar, de entender y hasta de sentir.

 

Y así, nuestras concepciones de la vida y del mundo, de nuestros semejantes, y los comportamientos y actitudes que desarrollamos a lo largo de nuestra vida están determinados por todos esos factores, aunque no son los únicos. La dialéctica dice que lo material influye en lo inmaterial, que lo tangible influye en lo intangible, que aquéllas cosas que yo puedo ver, tocar, oír, sentir, determinan el contexto de mis ideas y de mis pensamientos. Pero al revés también. El materialismo marxista dice que lo material influye más en lo inmaterial que al contrario. El método marxista, esto es, la combinación del materialismo y de la dialéctica, el materialismo dialéctico, nos dice que los acontecimientos ocurren en primer lugar por la existencia de causas materiales concretas, de fenómenos físicos concretos, debidos a cierto contexto, es decir, por el concurso de diversas circunstancias. Pero también nos dice que hay una interrelación mutua entre las ideas y sus aplicaciones prácticas. Si usamos el método marxista no podemos obviar ambas cosas. Cualquiera de los dos extremos, recurrir sólo al contexto o sólo a las ideas, atenta contra el método marxista. El primero contra la dialéctica. El segundo contra el materialismo. El principal legado del marxismo fue su método y su espíritu científico. Continuaremos en siguientes entregas. 

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21 abril 2016 4 21 /04 /abril /2016 23:00

En esta entrega número 17 sobre los MMSS en nuestro país, vamos a hablar sobre los movimientos relativos a la defensa de los derechos de los colectivos LGTBI (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales), quizá una de las luchas más sangrantes que aún tenemos pendientes en cuanto al reconocimiento de los derechos humanos fundamentales (igualdad, inclusión, respeto, tolerancia, etc.) para determinados colectivos, porque nuestra sociedad aún arrastra muchos prejuicios, debido a la inmensa influencia del pensamiento dominante. En nuestro país, los MMSS que se dedican a la defensa de estos colectivos se representan al más alto nivel en la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, cuya web aglutina sus asociaciones y plataformas concretas. Quizá los movimientos que podríamos englobar como "de liberación sexual" son de los más antiguos en nuestro país, y su lucha es una de las más importantes, porque ya no sólo se trata de reconocer derechos plenos de ciudadanía a estas personas, sino de abolir el modelo heteronormativo (véase nuestra serie de dos artículos "¿En qué consiste el modelo heteropatriarcal?", donde exploramos en su profundidad este modelo cultural y social). El sitio web de FELGTB contiene un montón de enlaces interesantes, sobre Cultura, Educación, Eventos y Formación, Mayores y Diversidad Sexual, Políticas lésbicas, Salud y VIH/Sida, o Transexualidad. 

 

El de mayor tamaño en toda España, FELGTB es un proyecto común de más de 50 asociaciones, de todo tipo, de ciudades grandes y pequeñas, con presencia en todas las Comunidades Autónomas (consultar el mapa interactivo de su web para comprobar las asociaciones federadas), de estudiantes, de jóvenes, de deportistas, de transexuales, de personas con discapacidad, de personas mayores, de mujeres lesbianas, de personas con VIH, etc. Como indican desde la propia web de FELGTB: "Tres son los ejes vertebradores de la FELGTB hasta ahora: la reivindicación de igualdad legal y el respeto social hacia la diversidad afectivo-sexual, la sensibilización y la denuncia, en la que se engloba la celebración anual del Orgullo Estatal LGTB, y la formación de las y los activistas de sus asociaciones miembro". Asímismo, ofrece servicios de atención y apoyo a jóvenes y familias LGTB, asesoramiento laboral, coordina la Red Educación de charlas sobre diversidad sexual en los centros educativos, y vertebra una estrategia de demanda con una voz unitaria que se determina en los Congresos en los que participan las asociaciones miembro, y que se celebran cada tres años. 

 

Pues bien, el modelo heteropatriarcal impone unas opciones sexuales, es decir, una "normatividad sexual", dando plena hegemonía y validez social únicamente a la relación hombre-mujer, y discrimina abiertamente a todas las demás manifestaciones de la diversidad afectivo-sexual. A nivel internacional, incluso, el panorama para estos colectivos es en ciertos países aún mucho peor que en el nuestro, y además, todavía siguen existiendo personajes que a nivel internacional defienden que estos "comportamientos" sexuales son en realidad "aberraciones" o "desviaciones" de la naturaleza. Tenemos por tanto una dura y extensa batalla que librar en pro de la liberación de todos estos colectivos. Nosotros dedicamos ya hace algún tiempo varias series de artículos en defensa del reconomiento pleno de estos colectivos, como la titulada "Educando en la diversidad afectivo-sexual" y "Propuesta de Ley Integral contra la LGTBFobia", que recomiendo a los lectores que quieran documentarse más extensamente. Pero desgraciadamente, como decimos, y a pesar de todas las recientes conquistas, esa LGTBfobia sigue estando presente en muchas manifestaciones de nuestra sociedad, por no entrar en los casos, que continúan repitiéndose cada cierto tiempo, de claras y flagrantes agresiones físicas y verbales hacia personas de estos colectivos. 

 

Debemos por tanto continuar impulsando medidas para superar estas barreras, para continuar eliminando la discriminación que aún sufren gays y lesbianas, y muy específicamente transexuales, que aún han de luchar contra muchas barreras para su reconocimiento social pleno. Para seguir avanzando en la liberación y normalización total de estos colectivos, debemos partir de la idea de que aún vivimos en una sociedad LGTBfóbica (cosa que aún es negada con bastante cinismo por algunas personas), lo mismo que para avanzar hacia una sociedad plenamente igualitaria entre hombres y mujeres, debemos partir de la aceptación de que aún vivimos en una sociedad machista y patriarcal. Es imperativo acabar con todas las limitaciones que sufren muchas personas que no pueden expresar su sexualidad con absoluta libertad, y continúan sufriendo el odio, la marginación, el desprecio y la violencia por parte de los intolerantes. Algunas de las recientes leyes que se han aprobado durante los últimos años, y que han abierto la puerta al reconocimiento y plena igualdad de estos colectivos, tendiendo hacia la tolerancia, hacia lo "no-normativo" (matrimonios entre parejas del mismo sexo, identidad de género, etc.), aún no son suficientes, hasta que no consigamos la normalidad social de lo diferente, la heteronormativad sexual, la aceptación de la diversidad sexo-genérica. 

 

Y es que aún seguimos sufriendo los desmanes, las salidas de tono y los insultos de una derecha conservadora y LGTBfóbica, muy aplaudida por los sectores más retrógrados de la Iglesia Católica, y que siguen poniendo palos en las ruedas de estos avances sociales. Suelen ser los mismos que aún están en contra del aborto, o en contra del reconocimiento de los matrimonios homosexuales. Y es que tantos siglos de influencia del pensamiento dominante no se borran en sólo unas décadas. Hemos de insistir hasta erradicar por completo estos comportamientos homófobos, aberrantes e intolerantes, discriminatorios y despreciativos hacia estos colectivos. Desgraciadamente, las reivindicaciones en cuanto a derechos y libertades civiles y políticos siguen siendo desoídas, y los partidos no suelen llevar en sus respectivas agendas las necesidades de una negra transexual que se prostituye para poder subsistir, o de una lesbiana embarazada a la cual han despedido de su trabajo por razón de ser mujer, por citar casos y ejemplos concretos. Mucha conciencia necesitamos también en el empresariado español, que resulta ser de los más retrógrados de toda la UE, y al cual le cuesta aceptar y respetar a las personas de estos colectivos. Continuaremos con otros MMSS en próximas entregas.

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20 abril 2016 3 20 /04 /abril /2016 23:00

Es muy fácil comprobar que hay una doctrina económica oficial que se repite en los centros de poder, en las universidades y en los medios de comunicación sin dar entrada a enfoques que la pongan en cuestión

Juan Torres López

Continuando con los planteamientos ya iniciados en el artículo anterior, diremos que la falacia consiste, por tanto, en creer que necesitamos crecer (económicamente) de forma continua. Por ejemplo, últimamente las discusiones de los círculos políticos dominantes radican en estimar a partir de cuánto crecimiento económico (expresado en porcentaje sobre el PIB), dicho crecimiento se traduciría en creación de empleo neto. Y unos dicen que a partir del 2%, otros que a partir del 2,5%, otros que a partir del 3%...Falacias, falacias y más falacias. Discusiones bizantinas sin ningún fundamento. Porque como hemos repetido hasta la saciedad en artículos anteriores de esta serie, nos inundan con publicidad engañosa, con falsos eslóganes, con declaraciones absurdas, con supuestos embrutecedores, con falsos debates, con discusiones vacías, de tal manera que acabamos pensando como ellos. Abonemos entonces algunas tesis alternativas. 

 

Sabemos que, por ejemplo, con sólo el 1% del dinero aportado por los diferentes Gobiernos para rescatar a la banca privada durante la actual crisis, se podría haber erradicado el hambre en el mundo. ¡Hasta la prensa capitalista se hizo eco de esto! Es evidente que la Humanidad dispone, en las condiciones actuales, de la necesaria tecnología para generar suficiente riqueza para que toda su población, como mínimo, pueda vivir en condiciones dignas. La FAO ha calculado que existen recursos alimenticios en el mundo para alimentar a 12.000 millones de personas. Ahora mismo habitamos nuestro planeta unos 7.000 millones de seres humanos, luego habría de sobra para todos. Por otra parte, sabemos que la crisis energética se acabaría, la amenaza del colapso energético de la civilización humana desaparecería, y muchos recursos naturales se salvarían de la extinción (entre otras muchas cosas), si se potenciaran las energías limpias y renovables (el Sol es una fuente de energía inagotable, ¡por lo menos para los próximos 5.000 millones de años!), y si primaran otros parámetros en vez del omnipresente beneficio económico a corto plazo. 

 

Y por otra parte, ¿dónde queda el crecimiento económico que no se traduce en empleo neto? Pues queda para engordar las alforjas de los propios capitalistas. De ahí que, en plena crisis, mientras las PYMES despiden a trabajadores, producen pérdidas y cierran sus puertas, mientras cientos de miles de trabajadores van masivamente al desempleo, y mientras la pobreza y la exclusión social se instalan cada vez más en nuestra sociedad, los dirigentes de las grandes empresas ganan cada vez más, son cada vez más poderosos, expanden cada vez más sus empresas, porque (entre otras cosas) despiden a sus trabajadores mediante Expedientes de Regulación de Empleo (los famosos ERE), porque se internacionalizan, o porque se deslocalizan, instalándose en países más pobres, donde la mano de obra les resulta más barata, y donde la precariedad laboral es aún mucho más sangrante que en nuestro país. Tras cada crisis, el capital, el gran capital, se refuerza, las grandes empresas sobreviven y se asientan, el pez grande se come al chico, y los trabajadores pierden sustento, derechos y poder adquisitivo. Y así, el terreno está de nuevo abonado para una nueva acumulación de capital y para una nueva crisis. De hecho, muchos expertos aseguran ya que se están poniendo los cimientos para la próxima crisis. 

 

El empleo bajo el capitalismo es un "bien" que está condenado a ser escaso. No sólo porque la tecnología tiende a sustituir a los seres humanos por máquinas, sino también, y sobre todo, porque las reglas del juego capitalista necesitan del desempleo, de la explotación laboral. Tal como afirmaba Marx (quien con más profundidad estudió el capitalismo, sus fundamentos y sus procesos, quien lo diseccionó como nadie), cierto nivel de paro es fundamental para un capitalismo "saludable", porque sirve para disciplinar a la clase trabajadora. Es lógico pensar que al existir paro, la presión sobre los trabajadores para obligarlos a aceptar ciertas condiciones laborales será mayor que si dicho nivel de paro no existiera, porque aumenta la competencia para conseguir los empleos, y las necesidades de los desempleados se van acrecentando. Para el capitalismo, el trabajo humano es otro proceso más del sistema, sometido a las leyes del mercado, como la oferta y la demanda. El capitalismo es así de frío. No entiende de necesidades sociales, ni de seres humanos. La lógica capitalista obliga por tanto a que haya paro, y no sólo por el motivo indicado de disciplinar a la clase trabajadora, sino también para mantener y aumentar los beneficios empresariales, el "santo grial" del sistema capitalista. Es más rentable para unos empresarios tener unos pocos trabajadores que trabajen muchas horas, que muchos empleados con los mismos sueldos y jornadas laborales drásticamente reducidas. Plantear por tanto la reducción de la jornada laboral y el reparto del trabajo es casi un sacrilegio dentro del capitalismo. 

 

Y lo mejor de todo (claro efecto del pensamiento dominante sobre los trabajadores) es que somos nosotros, los propios trabajadores (y esto se ha demostrado mediante varias encuestas), los primeros que nos negaríamos a que dichas medidas se pusieran en marcha. ¿Y ello por qué? Pues porque el pensamiento dominante es enemigo del reparto y de la distribución, nos inculca la competencia y el egoísmo, el individualismo y la competitividad, y por tanto, si alguien tiene un trabajo a jornada completa, difícilmente va a asumir con naturalidad repartirlo (incluso aunque no bajáramos los salarios) con otros trabajadores. La mayoría de los trabajadores recelarían ante medidas de este calado, porque simplemente no tenemos la conciencia para ello. Dentro del capitalismo, por tanto, el reparto no ha lugar. El reparto (de cualquier tipo) no está bien visto bajo el capitalismo. De hecho, los principios de la economía colaborativa se están introduciendo con cuentagotas en las sociedades capitalistas, porque el sistema recela de dichas actividades, porque dichas actividades replantean las relaciones de poder, de producción, de reparto y de beneficio. Revolucionan los hábitos, las costumbres y los modelos de negocio, y eso supone, de entrada, un grave peligro. Todos los repartos están mal vistos: del poder, de la riqueza, de la libertad, de los derechos, de la propiedad de los medios de producción, y por supuesto, del trabajo. En el capitalismo el reparto es poco menos que una herejía, es algo non-grato. Y esto es así porque el capitalismo se sustenta en la desigualdad, en el acaparamiento de lo colectivo por unos pocos individuos. Repartir equivaldría a liquidar el capitalismo. La ideología dominante "prohíbe" el uso de la palabra reparto en la economía, en la política, en las reglas de la sociedad capitalista. Y así, en el "diccionario" capitalista la palabra "reparto" casi no existe. Continuaremos en siguientes entregas.

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19 abril 2016 2 19 /04 /abril /2016 23:00

Menuda sorpresa nos hemos llevado...Resulta que (no sabemos si debido de nuevo a su afán de protagonismo) la señora Esperanza Aguirre (ya saben, la "independiente", el verso suelto, la de las ranas corruptas, la multidimisionaria, pero que no se va nunca) acaba de escribir un libro (su presentación oficial se realizará en estos días) titulado "Yo no me callo" (muy propio de ella), donde revela, atención...¡Que el PP ha perdido su ideología! ¡Ahí es nada! Y se ha quedado tan fresca, como siempre...Ah, no, pero eso no lo podemos consentir, así que tranquila, señora Aguirre, que nosotros se la vamos a recordar enseguida. No es que el partido haya perdido su ideología, es que no siempre hace lo que a Esperanza Aguirre le gustaría, y por ello ella anda tan desencantada...Aunque también es cierto que los lapsus, meteduras de pata e inconsistencias verbales de Rajoy son cada vez más frecuentes y estruendosas, como cuando dijo en el último Congreso de su partido: "...Y el que quiera irse al partido liberal, o al partido conservador, que se vaya...", como si ellos no fueran liberales y/o conservadores. Pero en fin, ya sabemos que, en el fragor de la batalla de los discursos, del gallego "non grato" en su ciudad natal se puede esperar cualquier cosa. 

 

Bueno, pues vamos a lo que vamos, que no es otra cosa que resituar a Esperanza Aguirre, informarla de la ideología de su partido (que parece que se siente la pobre un poco perdida), para que se quede un poco más tranquila. Como no podemos hacer una exposición detallada por razones de espacio, recomiendo a los lectores interesados el artículo "¿En qué consiste ser de derechas?", donde exponemos el tema con más profundidad. Aguirre en su libro, al parecer, reprocha a sus compañeros de partido que el PP haya entrado en una senda de desideologización, de lo cual responsabiliza fundamentalmente a su Presidente Nacional, Mariano Rajoy. Pero no es así. Su ideario es claro y cristalino (otra cosa es que lo escondan por motivos electoralistas), aunque terriblemente inhumano (aunque ellos aseguran que sus bases se encuentran en el "Humanismo Cristiano"), no hay que ser especialmente inteligente para asimilarlo, y se caracteriza, entre otras muchas cosas, por un neoliberalismo salvaje en el terreno económico, y por un conservadurismo a ultranza en las estructuras sociales, es decir, clases y correlaciones de fuerzas. Y por supuesto, la concepción religiosa de la vida lo domina casi todo, de ahí que discriminen a los colectivos LGTBI, que condenen el aborto, o que bendigan y justifiquen la tremenda desigualdad social que existe. Y ya sabemos, cuando las cosas se ponen muy feas, la "táctica Rajoy" consiste en lamentarse de que los demás siempre estamos sacando "lo malo" de la sociedad, pero que nos olvidamos de todo "lo bueno" que existe. Su mejor frase es: "¡España es un gran país!". 

 

La ideología del PP se basa en el mantenimiento de una estructura del Estado (surgida del régimen de la Constitución de 1978), en el fondo (las medidas concretas que se toman), pero también en las formas (es decir, los modos y maneras de gobernar, las actitudes determinadas, que podrían resumirse en el autoritarismo, la opacidad y la corrupción, que reflejan el absoluto desprecio que les merece la ciudadanía). En cuanto a la estructura del Estado, éste se basa para la ideología del PP en una serie de sagrados pilares fundamentales que hay que respetar, como son el patriarcado (que pisotea, discrimina y menosprecia a la mujer, y crea todo un sistema de valores culturales basados en la supremacía del hombre), la banca privada (que desahucia a las personas, impone paraísos fiscales y funciona en base a prácticas inmorales y especulativas), la patronal (sobre todo las grandes empresas transnacionales, cada vez con más fuerza, para imponer estructuras legales y reformas que perpetúan su impunidad y su hegemonía sobre la clase trabajadora), los estamentos del antiguo régimen franquista (como la Corona, las Fuerzas Armadas, la Iglesia Católica, la aristocracia y los grandes caciques y terratenientes, que intentan perpetuar sus privilegios y su influencia sobre el resto de estamentos), el bipartidismo (su partido y el PSOE, ambos al servicio del resto de los poderes fácticos del Estado), y los medios de comunicación (que constituyen el "cuarto poder", y que igualmente se sitúan al servicio de la propaganda mediática que el resto de los poderes fácticos necesiten, intoxicando a la opinión pública, y haciendo el juego sucio de eliminar a los enemigos de la clase dominante). 

 

Esa podría ser la estructura del Estado a nivel nacional, pero desde nuestra incorporación a la Unión Europea y al euro, hemos de destacar la otra gran estructura supranacional que nos gobierna, y que también se coloca al servicio de los mismos objetivos, como es la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Su misión es implantar, desarrollar, imponer y vigilar el programa neoliberal en todo el ámbito de sus Estados miembro, denigrando la soberanía popular de los mismos, así como la dignidad y la integridad de sus poblaciones. Y en cuanto a las medidas concretas que se toman, responden a los principios neoliberales que las inspiran, centrándose en el adelgazamiento del Estado, en la potenciación del sector privado, en el desmantelamiento de todas las estructuras de protección social, y en minimizar todo el sistema de derechos y libertades fundamentales. De hecho, podemos afirmar sin ninguna duda que la actual Constitución de 1978 ya le viene grande al PP, y por eso se empeñan en incumplirla constantemente, sobre todo en lo referido a dichas libertades y derechos fundamentales. Como podemos extrapolar estos principios a la práctica totalidad de los servicios públicos actuales, para no extenderlo demasiado, vamos a centrar las medidas adoptadas (que responden lógicamente a su ideología) en los campos de la sanidad y de la educación públicas, y como decimos, todo lo que apliquemos a dichos ámbitos lo podemos extrapolar a los demás (justicia, igualdad, servicios sociales, cultura, etc.).

 

Bien, por ejemplo en el ámbito sanitario, las medidas adoptadas han sido resumidamente (prácticamente todas ellas por Decreto, a pesar de disfrutar de una mayoría absoluta en la última legislatura) avanzar hacia el fin de la universalidad de los servicios sanitarios, ejecutar brutales caídas del gasto público sanitario, despedir profesionales de dicho ámbito (médicos, enfermeros, PAS, etc.), recortar la cantidad y calidad de los recursos disponibles (hospitales, camas, etc.), implementar medidas de co-pago para algunos servicios (más bien de re-pago, pues el Sistema Nacional de Salud y todos sus complementos salen de las arcas públicas mediante los impuestos de todos), y diseñar progresivas alianzas de colaboración público-privadas, por ejemplo construyendo hospitales semi-privados, externalizando servicios determinados ligados a la gestión pública, y ejecutando conciertos de derivación desde el sistema sanitario público al privado. Los resultados están bien claros, y pueden constatarse en diversos estudios realizados por los sindicatos y asociaciones del sector, y se resumen en menor calidad del servicio, exclusión de determinados colectivos de la cobertura de las prestaciones, mercantilización de un derecho público fundamental, y precarización del empleo estable que existía. Ésta es la ideología del PP. Así de claro. 

 

Y por su parte, en el campo de la Educación Pública las tendencias también están muy claras, y han sido materializadas (mediante la LOMCE del ex Ministro Wert) en el último proyecto educativo del PP, masivamente rechazado por todas las fuerzas políticas y comunidad educativa, y que se basa en las siguientes características fundamentales: dar mayor peso a los centros educativos privados y concertados, recortar en todos los frentes (recursos educativos, profesorado, ratio profesor/alumnos, etc.), despido masivo de profesionales del sector, fomento del clasismo y del elitismo (disminución de becas, aumento del coste de las matrículas, derivación de las personas con más recursos económicos hacia la escuela privada, dejando la escuela pública como un elemento residual), inculcar los postulados capitalistas y neoliberales a los alumnos en las escuelas (mediante una eliminación de las asignaturas de artes y humanidades, y potenciación de nuevas enseñanzas, como las finanzas), fomentando incluso que el propio sistema educativo funcione como un negocio, es decir, sujeto a parámetros mercantilistas (selección de alumnado, publicación de ránkings, eliminación de los órganos colegiados de la comunidad educativa, etc.), centralizando las pruebas de evaluación finales por ciclos educativos, y perfilando unos contenidos educativos claramente adoctrinadores, que vayan formando al alumnado en los valores capitalistas (eliminando las asignaturas de contenido cívico, y recuperando la relevancia de la religión). 

 

La conclusión también se nos ofrece nítidamente para este ámbito: se necesita un sistema educativo no para formar y educar a personas, no para fomentar el pensamiento libre y crítico, la ciencia y la cultura, sino para formar buenos súbditos (sumisos y obedientes) del sistema capitalista. Por último, la peligrosa ideología del PP se caracteriza (al igual que el resto de partidos de su familia, tanto en Europa como en el mundo) por una exhaltación del individualismo, del consumismo extremo, por la demonización del intervencionismo público, por la libertad económica como libertad fundamental, y por la propiedad privada como derecho absoluto e inalienable, entre algunas otras cosas. En fin, esperamos que con la lectura del presente artículo (nos gustaría mucho que lo leyera, aunque mucho nos tememos que Esperanza Aguirre no consulta estos medios alternativos) hayamos aclarado la ideología del PP, y hayamos contribuido a que los que se sienten perdidos dentro de ese partido (como la señora Esperanza Aguirre, no sabemos si habrá más personas en su situación) vuelvan de nuevo a encontrar su silla. Y para terminar, decirle a la señora Esperanza Aguirre que no se preocupe, que su partido sigue respondiendo a su clásica, trasnochada, inmoral y perversa ideología, conservadora y capitalista, responsable principal del decadente mundo en que vivimos. La esperanza (en minúsculas) es lo último que se pierde: a lo mejor algún día se dan cuenta.

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